Las fuertes lluvias registradas en Vietnam han provocado inundaciones sin precedentes, dejando un saldo preliminar de al menos 8 personas fallecidas, según reportes oficiales del país asiático el 9 de octubre de 2025. El fenómeno ha golpeado con fuerza la zona norte, donde decenas de miles de habitantes permanecen atrapados en sus viviendas y calles completamente anegadas.
El ejército vietnamita ha desplegado a más de 30.000 soldados, además de helicópteros y embarcaciones, con el fin de intensificar las labores de rescate y entregar ayuda humanitaria a los damnificados. Los equipos de emergencia trabajan en la evacuación de familias, la distribución de alimentos y el traslado de personas hacia refugios seguros.
Los residentes locales han descrito la situación como “la peor inundación en 60 años”, evidenciando el nivel de devastación que ha dejado este evento climático extremo. Varias comunidades permanecen aisladas, lo que ha dificultado la llegada de insumos básicos, y se espera que las autoridades amplíen las operaciones en los próximos días.
Las imágenes difundidas por distintos medios internacionales muestran casas sumergidas bajo el agua y rescates realizados en botes. El impacto humano es profundo: familias enteras han perdido pertenencias y se enfrentan ahora a la incertidumbre de cuánto tiempo demorará la recuperación.
La magnitud de esta catástrofe refleja los crecientes desafíos asociados a fenómenos meteorológicos extremos, que afectan cada vez con mayor frecuencia a distintas regiones del mundo. En el caso de Vietnam, el país afronta hoy una de las emergencias más críticas de las últimas décadas, mientras la población y las autoridades trabajan de manera conjunta para salvar vidas y mitigar los daños.
(Imagen cortesía de @nexta_live)